El pasado 27 de noviembre, hicimos una salida en la que comenzamos visitando la localidad de Morrano. Al primer destino que nos dirigimos fue al mirador de la Peña Falconera, desde donde divisamos el mallo con el mismo nombre, siendo una formación de pared vertical con zona superior redondeada y gran desnivel. También pudimos contemplar parte de la fauna silvestre propia de la zona compuesta por buitres, cuervos, águilas y cernícalos.
Después nos dirigimos al casco urbano donde pudimos ver las ruinas de su antiguo molino así como las casas típicas de la localidad. Al final del recorrido por la localidad vimos los exteriores de la Iglesia de San Pedro, obra románica del siglo XII con añadidos de los siglos XVI al XVIII. La torre, románica en sus dos primeros tramos, se remató con un cuerpo en ladrillo don decoración de tradición mudéjar.
Después de Morrano nos dirigimos a Abiego, situado parte en llano y parte en la pendiente de una colina, además da entrada al parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Se asienta en la margen izquierda del río Alcanadre, por lo que goza de la belleza propia del Prepirineo Aragonés.
Es un pueblo cargado de historia, comenzando por su nombre, que se cree que proviene de Al-Byego, el castillo musulmán que dominaba la antigua comarca de la Barbitania. También destaca la bella Colegiata dedicada a Santa María, ejemplo del gótico rural aragonés y testifica el paso de los siglos desde que fue construida inicialmente como mezquita por los musulmanes. Podemos destacar el Convento de San Joaquín, de estilo barroco y situado sobre el Tozal de las Forcas. Además cuenta con el curioso Monumento al siglo XX insertado en plena naturaleza y creado por el artista contemporáneo Ulrich Rückriem. Una vez que visitamos el pueblo, nos dirigimos al Yacimiento paleontológico La Fondota, un lugar muy interesante para todo el mundo y en especial para los amantes de la paleontología.
El entorno natural de Abiego ofrece muchísimas posibilidades para los amantes del deporte y en el río Alcanadre se encuentra un gran coto de pesca con abundante trucha común y en los alrededores del pueblo existen multitud de rutas y senderos que atraviesan el majestuoso Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.
Dejando atrás Abiego, pusimos rumbo a Lascellas que es conocida por su fábrica de relojes de torre. Además, recientemente se ha incorporado a la lista de poblaciones que acogen prestigiosas Bodegas Denominación de Origen Somontano.
La Iglesia parroquial, aunque reformada en el siglo XVIII tiene origen medieval, lo que queda bien patente al exterior, en la rotundidad de sus muros y en los modillones (elementos a modo de pequeños bloques) que soportaban la cornisa original y al interior, en la bóveda de cañón apuntado que cubre su única nave. En la portada se reproducen motivos con simbología astral, propios de las construcciones civiles del siglo XVIII.
A las afueras de la población encontramos la ermita de San Miguel, sustentada por arcos apuntados de grueso perfil cuadrado y su portada se decora con puntas de diamante.
También hay una pequeña Ermita dedicada a San Antón (siglo XVII), santo patrón de los animales domésticos, vinculado a las tradiciones pastoriles. Es un excelente mirador del Somontano. La ermita, obra de origen medieval, muy reformada en los siglos XVI y XVII, ha sido recientemente recuperada y la cabañera vuelve a estar transitada por cicloturistas y senderistas.
Poco después nos dirigimos a los Pozos Fuente de Laluenga. Una solución para facilitar el acceso a los manantiales subterráneos, que consiste en la excavación en la roca de un pozo con varias galerías, al que se accede por un tramo de escaleras en parte abovedado. Hasta hace pocas décadas fueron el principal punto de abastecimiento de agua para los habitantes de estos pueblos.
El Pozo Nuevo de Laluenga es una monumental obra de ingeniería hidráulica. Toda la estructura es subterránea y salva un pronunciado desnivel entre la superficie y el manantial, de unos 30 metros. La bóveda de cañón que lo cubre sorprende por su excelente calidad y recuerda a algunas iglesias medievales. Sus dimensiones, su amplia escalera, la gran belleza de su bóveda apuntada, los sillares perfectamente escuadrados y montados, nos muestran que fue el afán de prestigio lo que movió a los patrocinadores de la obra. De la cámara del manantial parten tres galerías; se fueron excavando en épocas de sequía, en busca de la veta, cuando el pozo casi dejaba de manar. El prolongado uso de esta estructura queda patente en la cantidad de huellas de cántaros que han quedado impresas en los bordes del pozo y en la escalinata. Dentro de la propia localidad de Laluenga existen dos pozos más (el Pozo Alto y el Salado). Por ello se ha localizado aquí el Centro de Interpretación de los Pozos fuente de Guara Somontano.
Durante nuestro itinerario slow driving de la jornada, hicimos también una parada para visitar los monumentos más significativos de la localidad de Peraltilla. Contemplamos una Calle Mayor modernizada, con jardineras, iluminación y elementos decorativos que destacaban entre las construcciones tradicionales del Somontano. Ascendiendo por la misma llegamos a la Plaza Mayor, lugar de reunión de los vecinos y vecinas del pueblo, y seguimos hasta llegar a la Iglesia del Salvador, construcción del siglo XVI que, al parecer, fue construida en el lugar que ocupaba un templo más antiguo.
El punto más alto de la localidad es el castillo, situado en la cima de un tozal de cumbre rocosa y desniveles abruptos. Además es considerado Bien de Interés Cultural. Los escasos restos del castillo se sitúan junto a la iglesia parroquial, este espacio interior del antiguo castillo se ha reconvertido en una plaza pública, integrando parte de los lienzos de la muralla en la obra nueva.
Los restos actuales se adscriben a gran parte del contorno murado, construido con sillares de variado tamaño y modulación, manteniéndose lienzos bastante elevados. En el interior del recinto, en la parte alta, hay restos de pavimentos de ladrillo y losas de las últimas dependencias habitadas, así como diversos entalles en la roca en la zona superior. En esta zona se ha instalado el depósito de agua del pueblo.
Junto a la población discurre el canal del Cinca, una obra monumental que desde el embalse de El Grado, tras un recorrido de 91 km. lleva el agua a tierras monegrinas.
Por último, nos acercamos a la localidad de Permisán para ver los exteriores del Palacio fortificado y la Iglesia parroquial de Los Ángeles (Siglo XVI). El palacio está integrado por dos volúmenes: un gran bloque cuadrangular de sillería de 20 x 14 m., usado como vivienda, y una torre cuadrada 6 m de lado de carácter defensivo, que se alza en una de las esquinas. La torre destacaba en alzado hasta que se recreció el cuerpo del palacio con una galería de arcos de ladrillo. En sus muros se abrieron grandes vanos para albergar piezas de artillería. La sencilla construcción de la iglesia, de una nave y cabecera recta, está adosada a la casa fuerte, de la que es contemporánea.
Sin duda fue una jornada muy productiva, acentuando la sensación de belleza paisajística del territorio, tan variable y enriquecedora.