- Cueva de Picamartillo
- Puente Fuendebaños
- Pasarelas
Por segunda vez en el transcurso de nuestro curso, nuestros pies vuelven a recorrer Alquézar, en esta ocasión para conocer sus famosas Pasarelas, destino estrella del Somontano. Aunque muchos de nosotros ya las conocíamos, para otros fue un gran descubrimiento, que superó ampliamente las previas expectativas.
La historia de las pasarelas está vinculada, en su origen, a la vieja central hidroeléctrica cuya construcción abarca de 1909 a 1913. Históricamente, aprovechadas han sido las aguas del Vero, no sólo para obras de ingeniería como la mencionada, sino también en molinos, batanes, aprovisionamiento de agua potable, pesca o riego. En el pasado islámico, el río Vero sirvió de vía de comunicación entre Al-Qsar, hoy Alquézar, y la antigua capital de la Barbitanya, Barbastro en la actualidad.
Esta idílica y diríase casi mágica ruta dibuja un círculo sobre el último tramo del cañón del río Vero, y es apta para todos los públicos, gracias a las escalinatas de madera y las pasarelas metálicas -de ahí el nombre de la ruta- enclavadas en las verticales paredes del barranco. Se trata, además, de un recorrido muy configurable, pues podemos, si es nuestro deseo, ampliar nuestro recorrido a través del GR (Sendero de Gran Recorrido) 1.1 y del Camino Natural del Somontano, y así, continuar hasta la localidad de Asque.
En nuestro recorrido, tachonado de pequeños recesos, pudimos admirar la belleza natural de la cueva Picamartillo, -un verdadero oasis dentro del ya paradisíaco emplazamiento-, y recorrer el barranco de la Fuente sobre las encantadoras escaleras de madera, un tramo de la ruta que nos hizo sentir dentro de un verdadero cuento de hadas, gracias a la exuberante vegetación. Igualmente destacable es el puente de Fuendebaños, sobre aguas de manantial -de hecho, en algunos documentos medievales se le llama de Fontes Caldas-. No olvidemos mencionar el mirador sobre el río Vero desde donde se pueden contemplar unas bonitas vistas de la villa de Alquézar, uno de los pueblos más bonitos de España (y del mundo) y que, a vista de pájaro, volvimos a admirar desde el mirador de San Gregorio.
Finalizamos nuestra jornada con la asistencia al Centro del Parque de la Sierra de Guara de Bierge. Éste ofrece las claves para disfrutar, comprender y valorar este espectacular espacio natural. Por otra parte, Bierge es una de las puertas de entrada al Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, y además, su riqueza ornitológica lo convierte en Zona de Especial Protección de Aves. En el exterior, un sendero botánico nos permite conocer las especies de plantas aromáticas más representativas del Parque Natural de la Sierra de Guara. Este sendero cuenta con el plus de estar adaptado a visitantes con discapacidad visual y física.
En definitiva, una excursión inolvidable que nos hace tomar conciencia del privilegio de ser habitantes del Somontano, y sobre todo, de la necesidad de proteger, cuidar y conservar nuestro territorio. Más concretamente, como futuros informadores, de promover un turismo de bajo impacto ambiental, consciente y siempre respetuoso.