Huertas de vero, capítulo final…

Finalmente pudimos terminar satisfactoriamente nuestra actuación en Huerta de Vero, con el comienzo de los primeros calores estivales. En la anterior entrada nos quedamos elaborando la solera aligerada, sobre el forjado de madera que habíamos realizado. Seguidamente nos dedicamos a revocar las paredes, a base de mortero de cal para evitar las humedades, dándole transpirabilidad a las paredes.

Una antigua puerta que fue eliminada, rellenando el espacio con unas placas de poliuretano, para evitar los ruidos a la familia que vive al lado, ya que la única separación que tenían era una placa de pladur.

Tras colocar el aislante, procedimos a su tabicado…

Tras hacer este cerramiento, continuamos realizando el revoco de cal antes comentado. ajustándolo a la antigua ventana, a la puerta a la que le pusimos el premarco correspondiente, a una nueva ventana que abrimos nosotros y a las piedras que dejamos a la vista, a modo decorativo. La nueva ventana fue vestida por Lorenzo, maestro del ladrillo viejo, con un alfeizar muy bién acabado, como se aprecia en las fotos…

Detalles de la ventana realizada por Lorenzo

Cabe decir que fue bastante complicado hacer encajar el premarco de la puerta, ante el poco espacio y la poca consistencia del tapial que conformaba el hueco de la puerta. Fue necesario apuntalar el hueco para evitar daños mayores, realizando los laterales con mortero de cal y las partes altas de dichos huecos en yeso. Donde aprovechamos para aprender a sacar la flor al yeso, a partir de yeso rápido para poder realizar un fino de terminación.

Y así terminamos en Huerta de Vero, con el comienzo de los primeros calores veraniegos…. Con muchas ganas de ir a nuestro nuevo tajo, en el punto limpio de Barbastro que reportaremos en la siguiente entrada.